domingo, 26 de mayo de 2013

Curiosidad: Baby Boy, el caniche ciego de Michael Douglas en Behind the Candelabra, gana el Palm Dog Award, el premio al mejor perro del Festival de Cannes.



Una de las incógnitas que los aficionados al cine esperan se ha despejado, y el Festival de Cannes ha entregado su Palm Dog. Este año, el prestigioso premio al mejor perro del certamen se ha concedido a Baby Boy, el caniche ciego que aparece como mascota del célebre pianista Liberace en Behind the Candelabra, un biopic protagonizado por Michael Douglas y dirigido por Steven Soderbergh. Poco se sabe de nuestro pequeño protagonista: ni su verdadero nombre ni su edad: las estrellas de cine, como se sabe, son muy celosas con estos aspectos. Pero si hay un detalle que ha trascendido: el perro también es ciego en la vida real, lo que añade un toque de emotividad suplementaria a su reconocimiento. 



El Festival de Cannes es un carrusel de estrellas, glamour, fiestas, champán, negocios, auteurs y connoisseurs, por lo que no es extraño que este premio pase desapercibido. En realidad no es un premio oficial del Festival de Cine, se trata de un galardón paralelo otorgado por una terna de críticos de cine que varía cada año. Se entregó por primera vez el año 2001;  el ganador del premio a la mejor interpretación canina recibe un collar de cuero con las palabras PALM DOG. Pueden recibir el premio perros reales o de animación. El primer galardón se fue hacia California, al cuello de Otis, que aparecía en el drama doméstico The Anniversary Party, dirigido por Alan Cumming y Jennifer Jason Leigh. Otis, aficionado a los fuertes ladridos,  provocaba un conflicto entre el matrimonio protagonista (interpretado por la pareja de directores) y su vecino; su desaparición desencadenaba la resolución del drama. Lamentablemente, Otis no pudo acudir a Cannes, el premio lo recogió en su nombre la directora Jennifer Jason Leigh


Dug, de Up: Los perros animados también pueden ganar
Desde entonces, el Palm Dog Award ha reconocido a algunos de  los chuchos más importantes del cine internacional. En su segundo año, el collar se fue hacia Finlandia, en honor de Tahtï, un perro taciturno y de pocas palabras, como el resto de personajes de Aki Kaurismaki: Tahtï aparecía en Un hombre sin pasado. Otros célebres ganadores: Moses (El perro pintado con tiza en el suelo de Dogville, de Lars Von Trier  y que simboliza los instintos animales que se agazapan bajo las estructuras de la civilización); el protagonista de El perro mongol, abandonado en una cueva y acogido por la hija de unos pastores de ovejas; Lucy, la hembra de labrador que acompañaba a Michelle Williams en su viaje hacia Alaska en Wendy y Lucy; Dug, el Golden Retriever parlanchín que acompañaba a los protagonistas de Up, una de las mejores cintas de Pixar; y Boss, que disfrutaba persiguiendo vacas en la comedia Tamara Drewe, de Stephen Frears.

Uggie, una estrella por derecho propio
Quizá el ganador más famoso de todos, una auténtica estrella por derecho propio, sea Uggie, el Jack Russell Terrier de The Artist. Uggie contribuyó con su presencia al éxito de la película y protagonizó numerosas apariciones en ldiversas alfombras rojas durante la temporada de premios, que culminó con el óscar a la mejor película. Desde entonces, Uggie es una celebridad por derecho propio y quizá por eso este año ha sido él quien se ha encargado de recibir el premio en nombre de Baby Boy, que no ha podido estar presente. Uggie tiene una carrera bastante notable, y además de The Artist, aparece en películas como Agua para elefantes o En campaña todo vale.

El año pasado, el premio fue compartido por Banjo y Poppy, que aparecen en la comedia negra británica Turistas (Que se estrenará en nuestro país el mes que viene). Así que Baby Boy se une a una larga lista de esteellas caninas. Pero el premio, este año no ha estado exento de polémica. Una de las mascotas más queridas del festival 2013 fue Ulises, el gato que aparece en Inside Llewyn Davis, la cinta de los hermanos Coen. Pero el jurado ha declarado a los gatos no elegibles para el premio, una decisión que sin duda avivará la eterna polémica entre perros y gatos. Habrá quien recuerde con indignación que, en 2009, el zorro de Anticristo recibió una mención especial.


No es país para gatos