viernes, 22 de agosto de 2014

Corto animación: On Departure, de Eoin Duffy (2012, 6’)

Eoin Duffy es un diseñador gráfico irlandés reconvertido en animador que reside en Vancouver, Canadá. Hace un par de años finalizó su primer cortometraje, que en sus propias palabras “retrata mi propio viaje personal después de la pérdida de mi hermano menor, Emmett.(…) Como muchas personas que atraviesan un duelo, sentí la urgencia de crear un monumento o un testamente de alguna clase. Inicialmente, imaginé la pieza de animación más compleja jamás realizada, cuyas intrincadas y trabajadas cualidades demandaran una audiencia. Pero no solamente era un empeño ridículo, era un concepto destinado a fracasar, puesto que era todo relleno y nada de alma. Así que opté por un sutil mensaje personal en lugar de una pirámide egipcia”

    La animación plana e icónica propia del diseño gráfico puede parecer monótona o simple, pero en este caso, aplicada al tema de la pérdida, resulta de una serenidad devastadora. Duffy retrata su proceso de duelo a través de una figura que atraviesa un aeropuerto, los espacios impersonales y los movimientos rutinarios y casi robotizados de los pasajeros reflejan una especie de trance a través del cual el personaje vive sus emociones, alienado del espacio que le rodea. Pero la corriente subterránea de emoción se percibe en cada una de las imágenes, gracias, en gran medida la minimalista y poderosa banda sonora de Stephen Rennicks. “Con respecto al dibujo de la película, disfruto creando escenas y personajes con limitaciones impuestas rígidamente. Limito la paleta de color y entonces comienzo a descartar todo lo que no es necesario hasta que alcanzo un punto en el que la audiencia tiene que trabajar para poder descifrar la escena. El cineasta Andrew Stanton destaca que debemos darle a la audiencia 2 + 2, nunca 4.”

    “Cuando el corto se proyectó por primera vez en el festival de Cine de Galway, me vi invadido por dos pensamientos perversos. Uno, que la película era increíblemente auto-obsesiva, y el otro, que estaba usando la pérdida de mi familia para mi ganancia personal. Tan fuertes eran esos pensamientos que retiré la película del circuito de festivales y no la mostré a nadie después, incluyendo a mis amigos íntimos y a mi familia. Pero un año después finalmente accedí a los ruegos de mis familiares y amigos, y puse el corto online. Las dudas siguen presentes, pero, de manera extraña, se han aliviado parcialmente gracias a la gran cantidad de comentarios que he recibido”